sábado, 26 de noviembre de 2011

Ideología; Sexismo

Bueno aquí os dejamos nuestra propuesta de la ideología: Sexismo
¿Qué es el Sexismo?
 Entendemos como sexismo al conjunto de prácticas sociales o ideología que mantiene en situación de subordinación y explotación a un sexo. Con esta breve definición se nos abren diversas ideas como el concepto de sexo, en el que diferenciamos entre hombre y mujer; y el concepto de género donde diferenciamos entre masculino y femenino. Por lo que nos hicimos la siguiente pregunta: ¿Hay hombres femeninos y mujeres masculinas? En esta sociedad en este sentido somos bastante radicales a la hora de tachar a hombres y mujeres y de etiquetar a las personas sobre si un hombre tiene parte de femenino al cual apodamos como “marica” o adjetivos de un gusto paupérrimo; o en el caso de las mujeres quién no  a oído de las mujeres marimachos. No obstante este radicalismo, no se da en la totalidad en la sociedad, y opinamos que en toda persona integra un lado femenino (que lo relacionamos con un lado tierno, amable, sensible,…) y  un lado masculino (que lo calificamos como fortaleza, agresividad, dominante,…).




En nuestra puesta en común en clase, todos hemos coincidido en que ante esta desigualdad de sexo la mujer se lleva la parte más perjudicial. En el ámbito deportivo sobre todo. No obstante en estos casos observamos varios términos como discriminación positiva, que son aquellas acciones sociales que ayudan a reducir estas desigualdades. Comentando estas desigualdades, surgió el tema de que poco a poco se van reduciendo, aunque nos encontramos con la metáfora de Techo de cristal, que consiste en que las mujeres pueden ir subiendo de estatus social para poder lograr al nivel del hombre, aunque esto es sólo en apariencia, ya que  llega un momento donde se chocan con este techo y no pueden continuar subiendo o escalando puestos, porque no se puede continuar subiendo debido a las falacias impuestas por los directivos o altos cargos.


¿Cómo se ve el sexismo en el movimiento?
En el mundo del deporte, desde hace algún tiempo, pueden competir tanto mujeres como hombres. Pero esa participación no se realiza bajo las mismas condiciones. Es decir, los atletas masculinos se les requiere unos objetivos, conocimientos, etc.  y a las mujeres otros. Pero el “sexismo en movimiento” no solo se observa en el mundo del deporte, sino en muchos otros ámbitos de la vida, que ahora a continuación veremos. 
  • En las pruebas de acceso a la universidad, a los chicos se les piden unas marcas, mientras que a las chicas se les piden otras muy inferiores. Por lo tanto estamos ante una desigualdad de marcas, en la que los chicos están mucho más exigidos. 
  • En las pruebas de vallas en el mundo del atletismo, la diferencia de la altura de las vallas es significativa. Las mujeres tienen que saltar las vallas con una altura de 76 centímetros mientras que los chicos tienen que saltar una altura de 91 centímetros. Además la distancia entre vallas también es diferente. 
  • Siguiendo con el mundo del atletismo, las pruebas que realizan tanto hombres como mujeres tienen unas marcas a realizar, para poder ir a campeonatos del mundo, europeos y olimpiadas. Pues en pruebas que realizan tanto hombres como mujeres, las marcas son diferentes. Las marcas en hombres son inferiores que en las mujeres. 
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  • En el mundo profesional del deporte, en concreto en el mundo del fútbol, observamos que no existen mujeres dentro del staff técnico. Por ejemplo, ¿cuantas veces hemos visto a una entrenadora en primera división? ¿cuántas veces hemos visto a una chica de preparador físico en un equipo de alto nivel? Solamente casos aislados y solamente trabajando de delegada como es el caso de la Selección Española de Fútbol. 
En los ejemplos anteriores, hemos visto desigualdades, pero participan tanto mujeres como hombres. Ahora, en cambio, vamos a ver ejemplos de deportes en los que solamente puede participar un género, en este caso el femenino.
  • En la natación sincronizada, solo se permite la participación de mujeres. Siempre ha sido así, y desde su origen hasta la actualidad, solamente ha participado el género femenino y nunca el femenino. 
  • En el mundo de la gimnasia rítmica, solamente vemos competir y realizar ejercicios a chicas. En cambio, en gimnasia acrobática si que pueden participar chicos, e incluso chicas, es decir formar grupos mixtos. 



¿Qué se puede hacer para dar luz al sexismo?

El primer concepto que abordamos es el denominado “techo de cristal”. Este concepto se refiere al hecho de que las mujeres aparentemente siempre se dice que pueden ir subiendo de posición social hasta alcanzar el mayor rango en algún tipo de trabajo o actividad. Pero esto no es del todo cierto, ya que en realidad pueden ir subiendo hasta que se dan con el denominado “techo de cristal”, y no pueden subir más escalones sociales. Esto ocurre en todos los ámbitos de la vida, pero en esta ocasión nos referimos al deporte como objeto de estudio. En el deporte, cada vez más, podemos observar cómo la mujer poco a poco está subiendo escalones. Comprobamos por ejemplo, cómo en el fútbol ya hay una mayor participación de mujeres y creación de equipos femeninos. Las noticias deportivas ya dejan algunos titulares de fútbol femenino y la gente cada vez más apoya al fútbol femenino. En el campo del fútbol y de otros deportes observamos que este tema va adoptando una visión diferente respecto a otros tiempos. Ahora la mujer por lo menos ya forma parte o se considera parte del deporte. 
Pero esta situación tiene que cambiar radicalmente. Actualmente, la participación de mujeres en el deporte está muy por debajo que la participación de hombres. Y no sólo en el deporte, sino en todos los ámbitos de la educación física, tanto en práctica como en formación de profesionales que se dedican a este mundo. Tanto es así que la cantidad de alumnos hombres que estudian la carrera de Grado en Ciencias de la Actividad Física y del deporte está por encima del 80%, mientras que el de las mujeres no llega al 20%. Este es un dato que debería cambiar nuestra visión al respecto. También es curioso la cantidad de profesores hombres que hay impartiendo clase en la facultad, en detrimento de las mujeres. El porcentaje también es mucho mayor. 
 Según Torre (1998), coeducar, a través de la Educación Física, es contribuir a desarrollar todas las capacidades de una persona con independencia del sexo al que pertenezcan, manifestando un trato "igual" entre unos y otros, de manera que seamos capaces de:
  1. Fomentar un desarrollo integral del alumnado. 
  2. Respetar sus intereses, motivaciones y necesidades. 
  3. Aceptar el modelo masculino sin negar el femenino. 
    La Educación Física constituye un espacio privilegiado para romper con estos perjuicios y ampliar las posibilidades de desarrollo corporal de niños y niñas a través de (Medina López, 2001):
  • Revisión de prejuicios del cuerpo de hombres y mujeres. 
  • Análisis de la percepción que la persona adulta tiene de sí misma como ser sexuado ya que constituye un modelo de referencia permanente para el alumnado. 
  • Valoración de los progresos en desarrollo corporal, independientemente del sexo y de marcas oficiales establecidas externamente. 
  • Planteamiento de actividades de interés para ambos sexos que permitan potenciar lo tradicionalmente negado a cada uno de ellos. 
Desde la práctica he podido observar como los varones, habitualmente más activos, tienden a ocupar los espacios más amplios, centrales, mejor ubicados, y las mujeres son empujadas a espacios reducidos y marginales. Si se observan los recreos, los espacios deportivos son más utilizados por los niños, reservándose para las mujeres otros donde practican actividades y juegos más sedentarios. De ahí que este sea uno de los aspectos importantes sobre los que incidir.
No es sólo una cuestión a nivel de un deporte, sino de como hemos visto, hacer un llamamiento para que la situación de la educación física cambie en este sentido.
Cuando los profesores realizan un juego o ejercicio en clase, hay que darle prioridad a las chicas, porque de lo contrario los propios chicos las excluyen del juego y al final acaban por abandonar la práctica deportiva. En este sentido hay que tener mucho tacto con los alumnos en las clase del colegio.
Hay que tratar de que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres en el mundo del deporte. Está claro que el deporte masculino mueve mucho más dinero y genera muchos más ingresos que el femenino, pero hay que poner un límite para que esto no pare de crecer.
Como conclusión quisiera recalcar que lo que se busca no es colocar a la mujer por encima del hombre en los ámbitos de la educación y el deporte, pero por lo menos que haya una mínima igualdad en cuanto oportunidades.


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